Dibujito que hice allà por 2010 en Paint. No sé por que no le puse vértebras bajo la malla, evidentemente es algo fantasmal y la calavera puede flotar, supongo.
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Al parecer siempre fue un arma de élite que estaba varios peldaños arriba de las lanzas, hachas menores y cuchillos de los hombres de armas comunes que tenían vidas normales como granjeros o artesanos, y sólo combatían o salían al pillaje en determinadas circunstancias; junto con las espadas las hachas danesas solían estar en manos de combatientes profesionales al servicio de jarls o reyes, especialmente ejercitados en su manejo fungían como núcleo integrador y élite de los ejércitos, como fuerza de choque eran capaces de abrir brechas en las filas enemigas con sus terribles tajos (no entraremos en el tema "berserker", porque a ciencia cierta no se sabe que eran ni como funcionaban) llevándose por delante yelmos y escudos con la carne que tuvieran debajo así como astas de lanzas, algo equiparable a lo que siglos después harían los lansquenetes en los cuadros de alabardas y picas con sus montantes.
Lo más destacable de ésta arma como no, es su tamaño; se trata de hachas grandes de mangos largos para blandirse con ambas manos, a pesar de su gran superficie y aparente masividad las cabezas eran delgadas y ligeras como corresponde a un arma que ha de ser blandida rápidamente por alguien fuerte, sí, pero humano; los ejemplares más grandes cuando mucho rozaban el kilo, más el mango el arma entera no alcanzaría los dos, para mantener un peso tan contenido las hojas eran bastante finas; incluso de hasta menos de 3 mm, es por eso que en los ejemplos arqueológicos es común ver agujeros por la corrosión.
Universidad de Oslo |
Jajaja, pero como pasa el tiempo, hice esa hacha hace más de diez años ensamblada con remaches hechos de clavos, aún la tengo y la verdad dá lástima de lo fea y endeble, pero fue un gran laboratorio de pruebas para mí en lo que a trabajo en metal se refiere, y me plantó en la cabeza una idea importante, y es que los remaches unen piezas muy fuertemente, y aunque en conjunto hagan un nuevo objeto las piezas siguen manteniendo su independencia formalmente, ya era hora de borrar esa frontera.
Se me ocurrió armar las piezas con remaches para mantenerlas unidas y así soldarlas a la calda, tampoco es que este inventando el hilo negro; he visto que esto de remachar antes de soldar es algo que se hacía mucho en la rejería, varias veces ante alguna antigua obra de rejería forjada me he preguntado exprimiendome la cabeza cómo harían para armar aquella cosa, como la habrían armado en partes y como harían para soldarlas, entre cuanta gente tenían que maniobrarla etc., los remaches resuelven muchos de esos misterios.
Los remaches mantienen las caras muy apretadas y ajustadas, lo que facilita bastante la soldadura, y aunque estrictamente solo tienen esa función y la soldadura por si misma es la que se basta para conformar el hacha, lo cierto es que los remaches al haberse soldado en todas direcciones y ser espigas sólidas que transversalmente abarcan el hacha de lado a lado, están allí aportando una solidez extra sin duda alguna.
Todos esos remaches se perderán en la soldadura a calda, como lágrimas en la lluvia.
Una vez bien unificadas ambas piezas el engendro ya tiene la tosca forma de un hacha, pero en vista de lo grande y pesada que era por el grosor de la hoja, recorté bastante esta última.
Entonces forjé un poco para adelgazarla y extenderla.
Tomó una apariencia mucho mas convincente, recuperó su anchura pero ya con mucho menos peso.
Se me pasó un poco el tiempo de calentado y un borde de la hoja de se fundió ligeramente, lo bueno es que esa parte de todas formas iba a ser recortada. En esto de la forja entre uno más se mete más se van complicando los parámetros y más se está expuesto a cagarla.
Los primeros golpes suenan como si se golpeara un saco de grano, uno siente el martillo haciendo ceder el material, incluso creo que se puede escuchar el aire de las hendiduras desplazado hacia afuera, cuando se empiezan a escuchar "TINGS" bien agudos y fuertes nos damos cuenta de que lo que eran tres piezas se va convirtiendo en una sola.
Una vez consolidado el filo me puse a forjarlo dando una forma ojival básica como en cualquier hacha
Marqué lo que habría que cortar en la silueta, la parte fundida se va.
También en este punto aproveché para limar todos los bordes, el interior del ojo y todo lo que hiciera falta alisar con su terminado final.
Comenzamos con el "calvario" del pulido, empecé con una piedra de afilar de carburo de silicio para rectificar las caras del filo, todo este junto con las lijas es un proceso que odiaba en mis inicios, pero no se por qué actualmente hasta me parece terapéutico y se me pasa volando, hay algo al borde de lo místico en dejar el acero desde un estadío burdo hasta uno refinado con tu esfuerzo muscular.
Ahora si ya se parece a lo que deseaba largamente.
Y el revenido hasta el color bronce oscuro:
Queda muy chula, el filo es todo lo que pulí, quizá históricamente lo que les gustaba era pulir el hacha entera, así como hacerles cincelados o incrustaciones de alambre de metales no ferrosos, incluso pudieron haber estado pintadas, pero dejaré todo eso para algún futuro incierto. Por ahora me encanta ese contraste entre el hierro negro de forja y el acero pulido a espejo, sin escaparse de conservar algunos martillazos.
Hasta aquí llega el proceso de la cabeza del hacha, lo demás fue sólo encabarla pero de eso ya no seguiré escribiendo por no alargar la entrada, para eso está el vídeo. Utilicé un mango de azadón comprado en la ferretería, mide 1.25m, es la mejor manera que tengo para conseguir un palo recto de madera dura, es de encino, aquí en México se le le llama "Encino" a varias especies de la familia Quercus, la misma que los robles, madera dura y correosa ideal para este menester.
Todo lo que queda es mostrarles fotitos del bicho en su evolución final:
Jugando al huscarl en chándal por gordo. |
Aunque en la recreación histórica es común ver mangos rascacielícos (sospecho que tiene mucho de compensación, traumas y competencia), la longitud de éste resulta perfecta dentro de los parámetros de los registros arqueológicos, incluso tirando a grande, sobre este tema y en general sobre las hachas danesas dejo este enlace, invaluable fuente de recursos que recomiendo encarecidamente:
Y ahora si, el vídeo sobre el hacha que subí a mi canal de YouTube, contiene todo lo de esta entrada y más, (incluso me puse a jugar al gordo de Cold Steel, por cierto, tengo que cuidarme para no emular su volumen también):
Eso ha sido todo, me voy porque el mecenas que se quedó con esta bestia también me hizo otro encarguillo que ya mostraré pronto, un saludo.
4 comentarios:
Soberbia, Sr. Ismael. Sin duda alguna, sus cuñados le pedirán de rodillas que se digne partirles sus despreciables e indignos cráneos por la mitad con esa maravilla. Cada día se supera más, juro a Cristo.
PAX TECVM
Muy agradecido, Sr Amo, me alegra que le guste.
Las hachas son todo un tema, ya hasta me planteo dedicarme solo a ellas; el mundo cuchillíl está saturado y es de gustos pobres y grabados en piedra, el espadil es pequeño e incomprendido, pero el hachíl parece una excelente veta, a fin de cuentas sigue siendo una herramienta básica, y una pequeña es más útil de lo que cualquier cuchillote Bowie sobredimensionado, y eso sin contar lo divertidas que son de hacer.
Ah, usted y yo ya lo quisiéramos harto, tales seres tienen una autoestima proporcional a su mezquindad y no se les ocurre dejar de existir por nada, a lo sumo prestarsela a un grupo de ello esperando que se maten entre si por error al replicar para impresionarse lo que vieron en el History.
CURAT UT UALEAS
Haga una cosa... Distribuya dos docenas de hachas entre otros tantos cuñados. Les dice que es para rodar un documental, y que se dividan en dos bandos y se den estopa con saña bíblica. Con suerte solo quedará uno en pie, y a ese lo escabecha Vd. mismo para darse el gustazo, jojojojo... Por cierto, no olvide el macho riojano. Con ese modelo puede triunfar allí en su tierra.
PAX TECVM
No lo olvido, Sr. Amo, ya se verá pronto una versión mía de tal bello cuchillo.
CURAT UT UALEAS
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