Desde que recuerdo esta masa de óxido andaba rodando por el corral de la casa, era una hoja de cuchillo o machete pequeño industrial de marca desconocida, según dice mi padre era de mi bisabuelo, de oficio carnicero, él lo recuerda vagamente aun con cachas y en uso cuando era muy pequeño. Pero en algún momento se quebró parcialmente y quedó abandonado.. hasta ahora.
En estos días lo examiné para ver si podía darle una nueva vida, el mayor problema eran dos fisuras casi a la mitad de la hoja, me di cuenta de que se quebró por estar demasiado duro seguramente por un error de fabricación, es un acero al carbono alto, apostaría a que 1095 un material que podemos ver en muchas herramientas industriales antiguas.
Lo partí por las fisuras e imaginé un pequeño cuchillo a partir de la espiga.
Recorté con el esmeril con cuidado, echando abundante agua y cortando por periodos cortos para no destemplar. Recorté una hoja "spear point" que es muy apta para todo tipo de labores, y un mango ergonómico.
Lo metí en vinagre para sacar todo el oxido, aprox unas 24 horas.
Afortunadamente el acero estaba muy entero y con un picado profundo que le aseguraba al futuro cuchillo carácter y un aspecto interesante.
Desbasté la nueva geometría de la hoja usando un disco de lija, igual que al cortar con mucha agua y periodos cortos para no destemplar.
Comencé a pulir y me di cuenta de por que el cuchillo se rompió hace tantas décadas; si estaba excesivamente duro, me apareció una pequeña grieta en el filo solo por la ligera flexión a la que lo sometí al pulir:
Si lo notaba duro pero creía que el nivel de estrés que quebró el cuchillo grande no afectaría a este pequeño, que además tendría una capacidad de retención barbara. Pues no. le metí dos ciclos de revenido con el soplete calentando desde la espiga para bajar la dureza.
Una vez seguro de que ya no había riesgos de fisuras conservando una excelente dureza y de eliminar esa pequeña grieta por desbaste pude continuar.
Pulí la hoja.
Abocardé el agujero trasero para meter un pasatiento de tubo mas ancho, fue muy fácil porque al revenir esta parte quedo sin temple alguno.
Saqué las cachas de una rama de almendro que me consiguió mi padre, llevaba mucho tiempo cortada por lo que estaba perfectamente seca. Es una madera que me encantó, dura, muy cerrada y de color claro con vetas muy discretas.
Armé el conjunto pegando las cachas con resina epóxica, y asegurandolas con un remache de aluminio y el remache-pasatiento de cobre. Y listo.
Ayer se lo regalé a mi padre y le encantó, no puede creer que lo haya sacado de ese fierro mohoso, que además le trae recuerdos. Es una buena herramienta, muy simple y útil para pelar tunas, y cortar el queso o el chorizo cuando salga al campo.
Un Saludo.