4 de mayo de 2009

LA DAGA


Saludos mis pocos habituales y todo aquel que llegue por aquí, hoy les contare sobre mi último trabajillo: una daga.

En medio de una cruenta batalla has derribado has un oponente de cierta categoría ¿qué hacer con él?, suponiendo que no te interesa capturarlo o algo así, hay que deshacerse de él rematándole lo más pronto posible, a menos que seas un bruto y te guste carnearlo con lo mismo que lo derribaste (o solo que estés tan enfermo como para ir a buscar algo más brutal) siempre que haya tiempo lo suyo es hacerlo con estilo y allí entra la daga.

Una típica daga medieval es básicamente como una espada, claro salvando las diferencias de tamaño, una espada chiquita, hace poco me entraron ganas de hacerme una y así de paso practicar un poco para cuando haga realidad mi sueño de construir una espada, como estoy sin clases porque Totentaz andaba amenazando con hacerse escuchar por aquí, aproveché para terminarla.

Mi principal fuente de información fue el súper increíble tutorial del maestro Daneluz, tiene todo lo que se necesita para esto y aun más.

Todo comenzó con una pletina de acero de unos 6mm que tenía en la casa, no estoy seguro de que acero es pero no resulto ser tan malo, a partir de ella forjé la hoja en la fragua, la espiga decidí cortarla con la segueta o sierra de arco.

Cuando la hoja esta terminada hay que darle duro con la lima para borrar los martillazos, amenos claro que tengas una lijadora de banda.

Hasta conseguir un acabado perfecto, bueno casi.

Luego tenemos que templarla, este paso me puso nervioso porque cuando lo hice la hoja prácticamente ya tenía su forma final con los filos muy finos y temía que se me retorciera, así que quise hacer un temple suave precalentando el aceite con otro fierro rojo, al final no hubo deformación y estuvo bueno el temple, creo que tuve mucha suerte (ya veremos con una hoja más grande……). Apenas sea tolerable tocar la hoja con la mano hay que quitarle el aceite y dejarla lisa para ver bien el color al revenir porque es mejor hacerlo cuanto antes, la puse sobre las brasas espere a que se pusiera azul y listo, incluso flexa.

Hay que hacer las otras piezas, primero hice la guarda, bueno en realidad forjé cuatro XD, pero todas tenían algún defecto o no me gustaban, la final la corte de una placa de unos 7mm de grueso y luego la agujere en caliente con un cancelito que hice para la ocasión y también le abrí una ranura para que entren los hombros de la hoja. El pomo lo forjé de un pedacito de varilla de construcción, luego le hice dos hoyos con el taladro y los uní en caliente.

Finalmente después de golpear(te), quemarte, cometer muchos errores y darle varias vueltas a todo tu repertorio de malas palabras, tienes tres piezas que encajan perfectamente.


Remachamos la espiga para sujetar el pomo, claro con la guarda ya colocada.

Allí se ven unas horribles marcas en la hoja, sucede que después de desbastarla me puse a jugar con ella y la enchuequé, la enderecé con unos martillazos pero....... se los dí demasiado fuerte, después no hubo manera de eliminarlos porque comprometía la forma de la hoja, de no ser por eso hubiera conseguido un acabado perfecto pero bueno, me lo apunto para la próxima.

Después le puse el mango, son dos piezas de madera pegadas con un canal tallado en el interior de manera que abrazan la espiga.

Se puede ver una inscripción que le gravé con el cincel, esto de hacerle inscripciones religiosas a las hojas es un tema muy medieval que comenzó a proliferar en el S.XII continuando mucho después, pero a partir de concilio vaticano de 1431 cuando la Virgen María es declarada santa la hojas menores como esta llevaron inscripciones alusivas a ella, quedando las personas de la Santisima Trinidad solo en espadas. Puede parecer tosca aunque varios ejemplos históricos no son mucho mejores, pero eso sí, los originales estaban damasquinados con hilos de otro metal.

Luego lo cubrí pegándole piel de cerdo húmeda y apretándola con un cordón para que se marque, la de puerco es buena pero húmeda se ablanda mucho y tiene una fea tendencia a enrollarse en la dirección del hilo. Removemos el cordón y ¡daga terminada!

Numeros finales:

Longitud total 40cm, hoja 25,5cm, peso 320g, centro de gravedad a 1cm de la guarda.

Sin embargo no iba a dejar que mi niña anduviera desnuda por allí, así que ya estando también le hice una vaina, es de madera forrada también con puerco sacado de unos zapatos viejos, podría explicar cómo hacerla pero no lo haría mejor que en este magnífico tutorial. Además le pegué lana en el interior para proteger la hoja y mantenerla bien abrigadita, también una correíta en lengua de serpiente para no complicarme con hebillas.

Y eso es todo, he aprendido un par de cosas de los errores que no pienso volver a cometer, de todos modos siempre habrá nuevas meteduras de pata aguardando su momento, sin duda mi mayor error fueron esos estúpidos martillazos pero bueno de esto se trata.

¡Saludos y nos leemos en la siguiente!