Últimamente me ha dado por forjar hojas de cuchillo con botón, se llama así (denominación argentina que uso yo) a una parte transaccional maciza entre la hoja y la espiga que conserva un volumen mayor, lo que evidencia que estamos ante una hoja con bastante trabajo de forja en el cual el grosor de la espiga y la hoja ha sido bajado con respecto a éste, incluso hoy en día una transición de este tipo es valorada en los cuchillos de chef de calidad, pues indica que es una hoja forjada, ya sea industrialmente mediante matriz o incluso artesanal y no vulgarmente troquelada de una lámina de acero, lo que eleva el precio del cuchillo y el estatus del dueño ante sus envidiosos colegas.
Las hojas con botón son muy comunes en la cuchillería tradicional mediterránea, se pueden ver mucho en piezas italianas y españolas; cuchillos con hojas triangulares con un solo filo, quizá con contrafilo en la última mitad o menos, podían estar grabadas con dibujos, frases..., espigas desplazada a un lado y ocultas en mangos cónicos, bicónicos o ahusados formados piezas metálicas o de materiales orgánicos como asta, hueso, maderas, cuerno etc. los botones solían estar torneados, limados, cincelados..., la calidad de los materiales y los acabados del cuchillo iban de acuerdo a su precio. Servían tanto como herramienta de trabajo y cubierto de mesa como para clavárselos en el riñón a alguien que se te quedó viendo feo medio segundo.
Los españoles y portugueses los trajeron a América donde arraigaron y adquirieron nombres y características propias, obviamente siguieron perforando riñones.
Hasta aquí dejo la historia porque no estoy tan ducho en el tema y hay sitios mucho mejores para eso, y ésta entrada va de lo que va éste blog; verme golpear fierros. Como decía he empezado a forjar una serie de hojas con botón bastante grandecitas y de aspiraciones sudamericanas, por aquí en México y en el sur de los actuales Estado Unidos tenemos un representante llamando "belduque", aunque ese tema lo dejamos pra el futuro. Tenía años queriendo hacer algo así, no en vano todo lo que se lo aprendí de forja hace años fue participando en un foro de cuchillería argentino, así que en primer lugar les presento un vídeo sobre mi forjando una hoja grande con botón, quizá de dimensiones muy exageradas, pero ya saben: caballo grande ande o no ande, es solo la primera parte pasando del muelle a la hoja en bruto, ya concluiré la serie algún día:
Tengo algunas hojas mas o menos del mismo tamaño en distintas etapas de avance, por ahora les mostraré la primera que terminé que casualmente es la mas grande, aunque lo que siempre he traído en mente es el cuchillo criollo argentino en éste me decanté por su primo brasileño; la faca gaucha. Creo que su más notable diferencia sin meternos en guarniciones, es que a diferencia del criollo argentino cuya hoja triangular presenta una acusada caída del lomo hacia la punta, la faca tiende a tener un lomo mas recto, incluso completamente recto quedando la punta alineada al mango, aunque éstas son generalidades, a uno y otro lado del Paraná hay ejemplos prácticamente indistinguibles.
Los españoles y portugueses los trajeron a América donde arraigaron y adquirieron nombres y características propias, obviamente siguieron perforando riñones.
Tengo algunas hojas mas o menos del mismo tamaño en distintas etapas de avance, por ahora les mostraré la primera que terminé que casualmente es la mas grande, aunque lo que siempre he traído en mente es el cuchillo criollo argentino en éste me decanté por su primo brasileño; la faca gaucha. Creo que su más notable diferencia sin meternos en guarniciones, es que a diferencia del criollo argentino cuya hoja triangular presenta una acusada caída del lomo hacia la punta, la faca tiende a tener un lomo mas recto, incluso completamente recto quedando la punta alineada al mango, aunque éstas son generalidades, a uno y otro lado del Paraná hay ejemplos prácticamente indistinguibles.
Mide 50 cm totales, 30 de hoja con falso contrafilo desde un poco menos de la mitad que no corta pero aumenta dramáticamente sus capacidades perforadoras (el remate de caza o el eventual combate figuran entre las funciones que antaño cumplían en su hábitat natural), el mango es de rodajas de cuero pegadas y selladas con resina epóxica, un trozo de asta de venado y madera de palo dulce de un pedazo muy bonito que tenía guardado en espera de algún buen proyecto. La espiga ésta remachada sobre una pieza de níquel con un aplique de cobre en forma de herradura clavada a la madera atravesando el casquillo de níquel, ya saben un detalle gauchesco.
Para darle mas fuerza al tema brasileño le hice un electrograbado en una de las caras de la hoja de un yacaré, especie de caimán pequeño propio de las cuenca fluviales entre Brasil, Bolivia, Argentina y Paraguay.
Y eso es todo en cuanto a cuchillería por ahora, pronto mostraré mas piezas de la misma confección.
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He de comentarles que en días pasados tuve un accidente doloroso y molesto que me ha abierto los ojos, literalmente. Un día mientras forjaba alegremente un trocito de cascarilla del acero saltó al dar un martillazo, con tan buen tino y velocidad a que se me clavó en el globo ocular, tuve mucha suerte de que dio en la parte blanca pues de haber sido en la iris o pupila la historia pudo ser muy mala.
Tengo mis gafas de protección pero siempre he sido muy negligente a la hora de usarlas salvándome por pura suerte durante años, nunca más, las usaré siempre que trabaje de aquí en adelante, es absurdo arriesgar tanto como un ojo por no ponerse unas delgadas capas de plástico de $ 2 USD. No se crean listos como yo pensando que nunca les va a pasar.
¡Arrrggg! |
Ahora si eso es todo, nos leeremos pronto, siempre que el mundo y ustedes y yo sigamos razonablemente en enteros.