Puesto que están de moda entre la comunidad armera también me hice unos, para conocer los pormenores hay que visitar a León, el iniciador de esta tendencia.
En la Edad Media, la malla se puso sobre cualquier lugar posible del combatiente incluyendo las manos, entonces lo habitual eran los mitones, unos guantes con todos los dedos unidos excepto el pulgar para manipular las armas. Me gustan pero me decidí por otro modelo al parecer menos usual, posteriores al siglo XII que son los guantes con cada dedo separado, se ven bien y creo tienen mejor movilidad. Gracias al sentido obsevador de Polo sabemos que parecen en la biblia de San Luis mejor conocida como biblia de Maciejowski y son por tanto históricos:


Aparecen como una pieza unida a la loriga, pero también he visto algunos independientes, su base es un guante de cuero con malla cosida a el protegiendo el dorso y los dedos dejando libres las palmas.
Hacerlos es muy simple, para comenzar necesitamos un par de guantes de cuero que te queden bien y sean cómodos, pero ayuda que te queden un poquito grandes. Yo utilice unos de trabajo que tenía por aquí.


Entonces cerré la zona de la muñeca con un poco mas de malla para rodearla, hay que ponerse el guante y medir primero para que no quede muy ajustado o exesivamente flojo. Con esto la malla toma una apariencia más cercana a unas manos.

Necesitamos realizar unas expansiones horizontales para unir el pulgar con el dorso, pueden resultar un poquillo complicadas pero no cuando lo entiendes bien, se pueden ver mejor con Axil.
Lo siguiente es unir la malla terminada a los guantes de cuero cosiéndolos, necesitamos un hilo fuerte -yo use cáñamo- de preferencia hay que hacer los agujeros con otra cosa, un servidor empleó una ajugota, para pasar una pequeña con el hilo después, lubricarla también es buena idea.
Y a coser, yo lo hice cosiendo anillo por anillo al cuero, una vez mas las costuras del guante son una excelente guia. Es posible que se complique un poco el acceder a las partes mas altas de los dedos desde adentro, especialmente las puntas, pero se soluciona metiendo y empujando y jalando desde afuera la aguja con unas pinzas o alicates de punta. El método antes descrito es bueno, pero tiene el de talle de someter las agujas a mucha tensión, después de quebrar un par de ellas en el primer guante experimenté destemplando la siguiente en la estufa, solo la parte del ojo la mas propensa a quebrarse y u poquillo mas arriba, quedando mucho mejor y con ella cosí lo que me faltaba y todo el siguiente; aunque necesita enderezarse de vez en cuando.

Cuándo lo termines de coser y le heches un buen nudo quedará terminado, haora sigue el otro...
Y fin, eso es todo por esta ocasión, nos leemos luego y feliz Día de Muertos.
The metal hand