6 de octubre de 2013

Forjando unas Tenazas

Hola, hace un par de eras geologícas que no publico nada, pues no tengo nada que enseñar, en serio esta sequía herreríl empieza a preocuparme deveras, esto que les traigo hoy es un trabajillo muy simple que ya esta magistralmente explicado en muchos sitios, foros, vídeos del youtu etc. basta con preguntarle a San Google por "tenazas de herrero" o "blacksmith tongs" para entretenerse un rato.
Así que resulta francamente innecesario, pero tengo que poner algo ya o el blog se me muere, además de que yo quedaría seriamente traumado de no publicar algo ya. Así que quien este dispuesto a tolerarme que me siga ahora.

Hace tiempo (bastante, por cierto) un amigo me pidió unas tenazas para agarrar un crisol y poder fundir bronce, le dije que si se las hacía, pasó el tiempo hasta que este fin de semana me decidí a encender la fragua y avanzar con todas las cosas rezagadas que llevo.

Tenía esta asignatura pendiente, pues jamás me había molestado en forjarme mis propias tenazas, agarré lo primero que tenía a mano que resultó ser una varilla de construcción de 1''.

El avezado lector advertirá casi de inmediato al contrastar las dimensiones de esta varilla con las de el trabajo terminado que esto es evidentemente una bestialidad innecesaria, absurda e inviable desde el punto de vista de eficiencia y del económico, en efecto pude ahorrarme mucho tiempo, trabajo y carbón si me hubiera conseguido alguna barrita de fierro más fina, de esas que tanto abundan en las chatarrerias y que te dan por un precio irrisorio. Pero hay que tener en cuenta que luego de meses sin trabajar en esto, necesitaba apremiantemente golpear fierro de manera decente y aquello me resultaría insatisfactorio, además ¿cómo voy a pavonearme frente al resto de los mortales que no tienen fragua? pues forjando, claro está.

Comencé calentado a esta bebé en la fragua para empezar a golpear y reducir su diámetro.


 Una nota importante para cuando se quiere adelgazar y estirar forjando alguna pieza de hierro es hacerle muescas golpeando, algo así:

 Esto se hace con la peña del martillo...

-¿La queeeeé?

-Ha pero si es el tipo que escribe verde, cuanto tiempo. Bueno necesitamos un martillo de pena o peña, este es el mío:


Es simplemente un martillo que tiene un lado con un borde bastante agudo, pero sin filo, el borde es romo. Este matillo es tremendamente útil para muchas cosas, los que he visto en Internet tienen siempre este borde horizontal con respecto al mango, el que yo conseguí lo tiene paralelo a este dandole el aspecto de un hacha-martillo, pero sirve igual.

-Haaaaaaa

-Como decía, para estirar una barra de hierro necesitamos pegarle con la peña por todos lados para formarle muescas, luego la golpeamos con el lado plano del martillo hasta hacerlas desaparecer, esto desplaza el metal de manera que se adelgaza y estira, haz la prueba con una barra de plastilina y verás como funciona eso. Esta técnica es de gran ayuda por ejemplo cuando queremos formar la espiga de un cuchillo o una espada.


Para comenzar a darle forma de tenazas a esta cosa empecé a pegarle en el extremo para aplanarla y formar la punta.


Extendí la punta y comencé a reducir aún más el grosor de la varilla, hasta el tamaño definitivo para tenaza.


Seguí estirando y adelgazando hasta que tuve un tramo de varilla que juzgué suficiente para hacer la tenaza, entonces lo corté con un cincel en caliente. Y nada, a comenzar de nuevo para la otra parte.


Estirar, estirar....

-¡Que la reina va a pasar!♫

-Chistoso este, que recuerdos con El Patio de mi Casa.

Esta es la segunda mitad que corté después estirar más, se ve que empiezo a curvarla a la forma de las tenazas.




Sigue estirarlas más y hacer que queden lo más simétricas posible.



Mi amigo necesita las tenazas para coger crisoles, decidí hacerlas de forma ovalada para que tengan la posibilidad de admitir crisoles de diversos tamaños, con unas que cerradas formen un circulo perfecto no se podría tomar ningún crisol más pequeño que su propio diámetro.


Lo siguiente es forjar una depresión en la zona de empalme de cada pieza, así se compensa el encastre de ambas para que tanto las puntas como las varillas de agarre queden parejas.


De esto no tomé fotos porque no tenía quien me ayudara aparte de Godo, pero él no puede tomar fotos, poque es un perro, aunque sería genial que lo hiciera, y que hablara también, y que sepa manejar un helicóptero, tendríamos muchas aventuras. Básicamente se trata de golpear sobre el borde del yunque o lo que usemos como tal de modo que esto creará una especie de escalón en la parte de la pieza en contacto con este, lo que reducirá el grosor de la pieza, hacemos esto dos veces; en el inicio y fin de la depresión, luego solo hay que emparejar igualando el grosor de la parte de enmedio.


Ya hecha queda algo así:


Entonces podemos presentar las dos partes y decidir exactamente donde va a ir el remache que las unirá y permitirá abrirlas, una vez visto el lugar exacto hice los agujeros en caliente con un punzón.

Probé que tal iba el encastre y el movimiento antes de remachar, y poder hacer los ajustes pertinentes, como remache utilice un tornillo grande que andaba entre mis fierros, creo que lo encontré en la calle alguna vez.


Ya remachado el invento.


Y ya bien ajustadas y teminadas


La punta es plana, son muy buenas por ejemplo para tomar lámina o chapa y trabajarla en caliente o para agarrar otras cosillas pequeñas en la forja, para lo que pude comprobar que son excelentes y muy cómodas es para acomodar y menear los carbones en la fragua, necesito unas para mí.


Como puede verse torcí los extremos de las varillas de agarre en forma de volutas para hacer más bonita la cosa, la que está más abierta sirve para que el orgulloso herrero las cuelgue de alguna alcayata en la pared, cuando la tenga tapizada con varias docenas de tenazas diferentes (forjadas por mi, obviamente) podrá dejar boquiabiertos y muertos de enviada a propios y extraños ante lo bien pertrechada que tiene su armería.

Y ya, prometo volver algún día con otra cosa más interesante, chau.