30 de agosto de 2020

Daga de Vela.

Hola a todos.

Esta será una vez mas una entrada solo de exposición ya que aunque no he trabajado en esto últimamente si tuve un período prolífico hace poco, así que hay cositas que puedo ir subiendo.

Aragorn Hijo de  Arathorn caracterizado como matasiete español del Siglo de Oro armado con ropera y daga de detener, en este caso con guarniciones de conchas, usadas en conjunto las hojas y los largos gavilanes prácticamente formaban una reja defensiva en torno al combatiente capaz de trabar las armas del contrario e incluso desarmarlo, y la estocada final podía salir desde cualquier parte.


Se trata de una daga de ayuda, de detener, vizcaína, de parar, mano izquierda, izquierdilla, solidaria, quitapenas, de duelo etc. con hoja flamberga y guarnición de vela, por el parecido de esa chapa metálica para proteger el puño con la vela de una nave hinchada por el viento, tipología típicamente española para un modo de combate igualmente español.

Arma de esgrima del siglo XVI y XVII, usada en conjunto con la espada ropera empuñando ésta con la mano dominate y la daga con la otra para cubrirse, sus largos gavilanes le posibilitaban trabar la hoja del enemigo entre estos y la hoja mientras la vela protegía la mano, ésta podía ir calada y en esos huecos aparentemente decorativos era posible atrapar puntas, si bien el papel ofensivo era de la espada, si se presentaba la menor oportunidad un peleador hábil podía enterrarle la hoja de la daga al enemigo en el cuerpo hasta topar dando el encuentro por terminado, sus longitudes daban de sobra para atravesar el cuerpo de un hombre de lado a lado, claro, teniendo en cuenta que el sobrepeso era algo muy raro entonces.

Hoja de acero 9260 pulida y todas las guarniciones de hierro terminadas a lima, cabo de encino. Es completamente de de fantasía porque me tomé un montón de libertades y le puse muchas cosas de diferentes ejemplos que me gustaron, como la hoja flamberga, los galluelos que nacen a sus lados, los gavilanes terminados en cabezas de animal, el calado de la vela usa elementos tradicionales como son es la concha y las cruces, pero es totalmente inventado; por otro lado omití elementos muy importantes y necesarios, como un hueco para apoyar el pulgar en la base de la hoja, las barras, o sea marcas de lima aparentemente decorativas que facilitaban el trabar o mellar las hojas enemigas, así como envolver el mango en torzal de alambre; ya serán para la próxima.


51 cm totales y 33 de hoja, guarda de 30 cm de extremo a extremo, 700 g de peso. Me gusta y da mucho miedo.




Hice que la vela cruzara sobre la espiga bajo el pomo quedando firmemente sujeta en ese punto lo que le da una solidez tal que nos invita a fantasear con usarla cual puño americano y reorganizar los elementos del rostro de algún alevoso enemigo, esto solo lo he visto en las dagas hechas actualmente, y con "actualmente" incluyo las reproducciones del siglo XIX, las originales la tenían solo fija a la guarda ya fuese remachada o como parte integral flotando sobre el puño y como mucho, tocando el pomo.


Los gavilanes terminan el lo que según yo son cabezas de oso, aprécienlas porque me pasé un buen rato renegando para sacarlas a lima.




Y eso es todo por esta ocasión, éste es un trabajo que me gustó particularmente y me hizo tomar confianza, quizá pronto me anime a hacer la espada ropera; el mundo está muy loco, cuiden su salud, ahorren todo lo que puedan y no gasten en estupideces innecesarias, a menos claro que sean armas blancas y me las compren a mi, cuando la civilización colapse podrían agradecerlo. 

Adiós.


8 de agosto de 2020

Sacacorchos Calavera.

 Hola, el día de hoy otra entrada rápida que es solo el link a un vídeo.

No tengo sacacorchos, ni siquiera una navaja suiza que lo tenga, creo que siempre he tomado vino con gente que si lo tiene pero me he visto en aprietos cuando el descorche depende de mi. He llegado a usar satisfactoriamente un tornillo grande y unas pinzas pero no siempre se tiene acceso a herramientas, incluso me he visto en el trance de destruir el corcho con un cuchillo y luego pescar o escupir los pedazos en el vino, algo que resulta anti-afrodisíaco si estás compartiendo ese vino con una señorita.

En estos días exprimenté a hacer un sacacorchos de hierro forjado, salió algo muy bonito (para todo padre sus hijos lo son), poco elegante, deliberadamente tosco y apenas funcional, sobre todo aprendí mucho; es muy corto, el próximo que haga tendrá el espiral mas largo, al menos lo doble ya que este alcanza poca profundidad y le cuesta extraer el corcho pues comienza a hacerlo ceder cuando la parte en la que está enterrado ya ha salido de la botella y uno sigue tirando.

Me divertí mucho haciéndolo y los próximos serán mejores, les dejo el vídeo:


Nos leemos pronto, ¡Salud!.