22 de junio de 2020

Faca Gaucha

Hola, henos aquí siempre siguiendo.
                                


"Niños comiendo uvas y un melón" del genial Murillo hacia 1645-1650, obsérvese el cuchillo con que el chico da buena cuenta del fruto, así como la edificante ausencia de smartphones y camisetas de Marshmello.


Últimamente me ha dado por forjar hojas de cuchillo con botón, se llama así (denominación argentina que uso yo) a una parte transaccional  maciza entre la hoja y la espiga que conserva un volumen mayor, lo que evidencia que estamos ante una hoja con bastante trabajo de forja en el cual el grosor de la espiga y la hoja ha sido bajado con respecto a éste, incluso hoy en día una transición de este tipo es valorada en los cuchillos de chef de calidad, pues indica que es una hoja forjada, ya sea industrialmente mediante matriz o incluso artesanal y no vulgarmente troquelada de una lámina de acero, lo que eleva el precio del cuchillo y el estatus del dueño ante sus envidiosos colegas. 

        

Las hojas con botón son muy comunes en la cuchillería tradicional mediterránea, se pueden ver mucho en piezas italianas y españolas; cuchillos con hojas triangulares con un solo filo, quizá con contrafilo en la última mitad o menos, podían estar grabadas con dibujos, frases..., espigas desplazada a un lado y ocultas en mangos cónicos, bicónicos o ahusados formados piezas metálicas o de materiales orgánicos como asta, hueso, maderas, cuerno etc. los botones solían estar torneados, limados, cincelados..., la calidad de los materiales y los acabados del cuchillo iban de acuerdo a su precio. Servían tanto como herramienta de trabajo y cubierto de mesa como para clavárselos en el riñón a alguien que se te quedó viendo feo medio segundo.


Los españoles y portugueses los trajeron a América donde arraigaron y adquirieron nombres y características propias, obviamente siguieron perforando riñones.


Hasta aquí dejo la historia porque no estoy tan ducho en el tema y hay sitios mucho mejores para eso, y ésta entrada va de lo que va éste blog; verme golpear fierros. Como decía he empezado a forjar una serie de hojas con botón bastante grandecitas y de aspiraciones sudamericanas, por aquí en México y en el sur de los actuales Estado Unidos tenemos un representante llamando "belduque", aunque ese tema lo dejamos pra el futuro. Tenía años queriendo hacer algo así, no en vano todo lo que se lo aprendí de forja hace años fue participando en un foro de cuchillería argentino, así que en primer lugar les presento un vídeo sobre mi forjando una hoja grande con botón, quizá de dimensiones muy exageradas, pero ya saben: caballo grande ande o no ande, es solo la primera parte pasando del muelle a la hoja en bruto, ya concluiré la serie algún día:


Tengo algunas hojas mas o menos del mismo tamaño en distintas etapas de avance, por ahora les mostraré la primera que terminé que casualmente es la mas grande, aunque lo que siempre he traído en mente es el cuchillo criollo argentino en éste me decanté por su primo brasileño; la faca gaucha. Creo que su más notable diferencia sin meternos en guarniciones, es que a diferencia del criollo argentino cuya hoja triangular presenta una acusada caída del lomo hacia la punta, la faca tiende a tener un lomo mas recto, incluso completamente recto quedando la punta alineada al mango, aunque éstas son generalidades, a uno y otro lado del Paraná hay ejemplos prácticamente indistinguibles.


Mide 50 cm totales, 30 de hoja con falso contrafilo desde un poco menos de la mitad que no corta pero aumenta dramáticamente sus capacidades perforadoras (el remate de caza o el eventual combate figuran entre las funciones que antaño cumplían en su hábitat natural), el mango es de rodajas de cuero pegadas y selladas con resina epóxica, un trozo de asta de venado y madera de palo dulce de un pedazo muy bonito que tenía guardado en espera de algún buen proyecto. La espiga ésta remachada sobre una pieza de níquel con un aplique de cobre en forma de herradura clavada a la madera atravesando el casquillo de níquel, ya saben un detalle gauchesco. 




Para darle mas fuerza al tema brasileño le hice un electrograbado en una de las caras de la hoja de  un yacaré, especie de caimán pequeño propio de las cuenca fluviales entre Brasil, Bolivia, Argentina y Paraguay.




Y eso es todo en cuanto a cuchillería por ahora, pronto mostraré mas piezas de la misma confección.


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He de comentarles que en días pasados tuve un accidente doloroso y molesto que me ha abierto los ojos, literalmente. Un día mientras forjaba alegremente un trocito de cascarilla del acero saltó al dar un martillazo, con tan buen tino y velocidad a que se me clavó en el globo ocular, tuve mucha suerte de que dio en la parte blanca pues de haber sido en la iris o pupila la historia pudo ser muy mala. 


Tengo mis gafas de protección pero siempre he sido muy negligente a la hora de usarlas salvándome por pura suerte durante años, nunca más, las usaré siempre que trabaje de aquí en adelante, es absurdo arriesgar tanto como un ojo por no ponerse unas delgadas capas de plástico de $ 2 USD. No se crean listos como yo pensando que nunca les va a pasar.


¡Arrrggg!

Ahora si eso es todo, nos leeremos pronto, siempre que el mundo y ustedes y yo sigamos razonablemente en enteros.

1 de junio de 2020

Dagas pandémicas.

 
Ola ke ase.

El 2020 no para, mientras escribo esto seguimos con una pandemia de gripe de la mala encima, estamos a la sombra de una crisis económica sin precedentes y una multitud rodea una oscura Casa Blanca en los Estados Unidos. Lo que sí se detiene completamente es este blog que tengo mas abandonado que la dieta.

Pero no he estado detenido del todo y es tiempo de que empiece a mostrar aquí cosas que llevo hechas, así que para tener algo de coherencia comenzaremos con una pareja de dagas que no me quedaron mal que digamos, ambas forjadas de acero 9260 de muelle espiral o resorte de camión, un material buenísimo, bastante más capaz que el tan común 5160 de las ballestas, aunque por su voluble temperamento cuesta llegar a entenderlo y amarlo.


Esta es la primera, iba a ser una daga medieval la típica míni espada, pero muchas cosas se torcieron en el camino y terminó siendo un engendro raro, mezcla de muchas cosas y mucho más renacentista que medieval, así que es de fantasía y mas que nada una valiosa práctica para arrostrar proyectos de mayor envergadura. Sección romboidal con canales hasta algo más de la mitad de la longitud, guarda y pomo de hierro, espiga remachada sobre éste ultimo, puño de madera de encino forrada de cuero encordado, 46 cm totales y hoja de 30. De esta no hay mucho mas que agregar salvo que está hecha básicamente con lo mismo que enseña el famoso tutorial del maestro Leonardo Daneluz, cosas al alcance de cualquiera con mínimas herramientas y experiencia en cuchillería, tiempo y necedad.







La verdad me gustó mucho con todo y sus contradicciones, por momentos pasé miedo al hacer los canales por desbaste porque parecía que echaría a perder la hoja o no lograría una decente simetría, pero al final todo salió bien.

Pasemos a la siguiente.

Es una daga que nació sin plan ni pretensión alguna forjada con sección romboidal, sin embargo se me ocurrió hacerle canales por desbaste, y como estaba muy perezoso aquel día opté por darle un único canal aunque bastante profundo, llega más allá de la mitad de la sección, sería algo así viéndola en corte: 


Es muy rígida, flexible sólo ante bastante esfuerzo y regresa a su estado recto con mucha energía, es curiosa y creo que se desempeñaría bien en tareas de clavada, quizá como arma de remate en caza, aunque dada su poca anchura ignoro si tendría suficiente sección de corte como para producir heridas que acaben con una res en un tiempo aceptable, pero en cuanto a profundidad no creo que haya quejas, la hoja efectiva mide 27 cm con 2.2 cm de ancho en la base estrechándose ojivalmente hasta la punta, 

Por ponerme creativo le hice el mango con un trozo de asta de cola blanca que tenía reservado para algo que lo ameritase, en bruto con su forma natural, además de su guarda de hierro forjado igualmente en bruto y algunas rodajas de cuero selladas con resina haciendo de transición, la espiga va embutida en el asta pegada con resina epoxíca y sujeta con un remache pasante de hierro. 


La daga completa mide 45 cm, 2 cm son de la guarda, el asta con el cuero mide 16 cm y la zona efectiva de agarre es de 10 cm.





Y por ponerme aún mas creativo le hice un tosco scrimhasw en el asta representando un jabalí, algo muy básico y primitivo pero con dinamismo, como una pintura rupestre, está tallado a lezna y teñido con pintura acrílica.



En la última foto puede verse el lado sin canal, no le he hecho vaina por ahora, me gusta mucho como se ve con las puntas del asta, no creo que sean taaaan engorrosas que afecten su porte y uso, al contrario la punta chica le da un tope muy cómodo y seguro a la mano que no se escurrirá por nada.

Ya que toqué aunque haya sido muy de lado el tema de los cerdos y la caza creo que es un buen momento para mostrar algo relacionado que también es medio daga, una lanza manesca. Una lanza muy simple de acero 5160 de forma de hola de olivo y sección romboidal, con una cruceta muy improvisada formada por dos hierros en forma de L remachados a los lados, en ese punto el cuello de la lanza es macizo y los remaches pasan de lado a lado sobre las eles armando el conjunto.




No es lo más elegante pero juro que es tan sólida como los enemigos a los que enfrentará; me la encargó un cazador para el remate de cerdos salvajes en el norte del país justo pegado a yanqilandía. Los cerdos ferales descendientes de domésticos escapados llevan siglos en Norteamérica más o menos en armonía, con poblaciones pequeñas y aisladas mantenidas a raya por los depredadores autóctonos y los humanos, incluso casí siempre en relación cercana con éstos últimos; pero ésta nueva oleada es de unos animalitos con sangre de jabalíes europeos escapados o liberados clandestinamente para la caza, concretamente parece que en los 90's en Texas alguien importó jabalíes desde Rusia que es a donde apuntan los estudios genéticos, se volvieron populares para practicar la montería a la europea y mucha gente compró los suyos y los llevó a distintos puntos del país facilitándoles la dispersión, robustos, inteligentes y ecurridizos, prolíficos y duros como ellos solos, se extendieron por Estados Unidos y pasaron a México donde cada vez llegan mas al sur, han sido un problema ecológico  y económico durante años y no hay solución a la vista.

Foto de mi cliente aún sin su lanza.
Mi cliente aún  sin su lanza.

Y decía que es medio daga porque es sorprendentemente cómoda empuñada en mano, podría usarse para rematar así directamente prescindiendo de la sana distancia del asta, además de ser un buen machete si llega el caso de atravesar maleza o conseguir leña e incluso trocear al bicho cazado en un espíritu multiusos similar al del curioso "Smatchet"; podría llevarse en una vaina pendiente del cinto y encabarla solo de ser preciso. Mide 50 cm totales y la hoja 30 cm, le hice dos agujeros en la base del cubo se enmangue de modo que aún en el campo. con la ayuda de una navaja o multiherramienta con desarmador puedan introducirse uno o dos pequeños tornillos proporcionando un sólido enmangue.



Y eso es todo, son las 3:30 de la madrugada y muero de sueño, en está época es hasta emocionante irte a dormir y despertar para revisar como va el mundo, unas horas son suficientes para sorprender o aterrar a uno.

Tengo más cosas de acero bajo la manga y nos leeremos pronto, saludos.

11 de febrero de 2020

Búho Abogado.


Ola ke ase, listo para asediar Minas Tirith o ke ase.

Vaya, me doy cuenta que esta es la primer entrada del año, y ya que estamos de regreso en los años 20s, algo de inspiración Art Déco.
Antes que nada, esta entrada tampoco tiene nada que ver con cuchillos o armas medievales o cualquier cosa hecha para matar o causar daño (al menos directamente), es otro ejercicio metalisteríco de un objeto con algún significado o utilidad que además tiene la presunción de verse bien y llamar la atención, entonces amantes de los filos resentidos por mi ablandamiento, y menguante sed de sangre, pueden abstenerse.

Es algo muy simple: una amiga abogada seguramente huyendo de lo cobra una casa fundadora seria, me preguntó si podía hacerle una placa metálica con los datos basícos para poner en el exterior de su despacho, hinchando mi ego con la combinación de palabras precisas y salvo por los datos dándome total libertad en el diseño, así que al poco tiempo ya estaba haciendo garabatos para evitar en todo lo posible una cosa rectangular rancia y aburrida.
Ahora, no tengo mucha idea de por que, ni me puse a cuestionarlo y tampoco importa, pero en México el símbolo por antonomasia de la abogacía es el búho, presente en cualquier oficina en forma de estatuillas, portaplumas, pisapapeles, impreso en logotipos etc. incluso un animalito de verdad disecado o labrados en la madera del mobiliario de teca si hay suficiente dinero y mal gusto; todo esto me parece súper kitsch y por ello divertido, ya saben como el cine clase B, así que mi diseñador interno se propuso abrazar la idea del silencioso predador nocturno.

Mi primera idea fue fundirla en aluminio, así que para alejarme de las estatuillas de pasta mal pintadas provenientes de China, me puse a diseñar algo elegante y de geometría robusta, a pocos pasos de lo abstracto, algo como salido de la serie animada de Batman de los 90s, algo inspirado en el Art Decó.



Trabajo sobre poliestireno porque en mi inocencia quería fundir eso en aluminio, serían cuatro piezas: una para la cabeza y el torso otra para la cola y ambas alas al final uniría todo con remaches usando tiras de hierro por detrás, así con la adición de remaches por delante obtendría una apariencia un poco mas ruda e industrial propia de principios del siglo pasado, pintaría la pieza por completo de negro para pulir solo las letras dejando el aluminio desnudo.
En mi cabeza todo tenía sentido, pero en la realidad, pues...


Fue un total desastre, dos veces, pequé de inocente pero aprendí cosas, el aluminio tiene un comportamiento muy diferente al bronce y si lo vuelvo a hacer será totalmente diferente comenzando por la preparación del molde.
El caso es que mejor con tal de ir a la segura volví al viejo y confiable hierro para salir del compromiso, evidentemente no tendría la soltura de formas que hubiera permitido una buena fundición pero podría hacer algo digno y pesado, bien pesado, más pesado que con el aluminio, sí, la gente asocia lo pesado con lo bien hecho y caro, lo aprendí en Jurassic Park.
Revolví entre mi chatarra y encontré una buena placa de 5mm de espesor, ademas de pedazos de menor grosor para las alas y la cola pues decidí mantener el mismo esquema de cuatro piezas unidas con remaches.



Lo que más me gustó fue la cabeza, traté de darle profundidad armándola en varias piezas a diferentes niveles, con algunos detalles en acero inoxidable.


Hice las nuevas letras en acero inoxidable de 1.6 mm de unos retazos que pude conseguir hace tiempo pero no había usado, tiene mucho carbono y está templado, perfecto para hacer pequeñas hojas de cuchillo solo teniendo cuidado de no calentarlo al recortar, y ésta fue la parte mas larga y tediosa; esmeril y lima, y más lima, y más lima, sobre todo fueron pesadas las pequeñas del nombre y el horario, debería conseguirme una cortadora láser. Para éste punto ya había quedado atrás el inicial refinamiento del Art déco para pasar a algo decididamente más bruto y manual.



No tomé fotos, pero los caracteres pequeños tienen una prolongación hacia abajo donde hay un agujero por el que pasa un remache que atraviesa la propia chapa también, así cada letra está sujeta, para ocultar esos remaches agregué una tira de hierro por encima que hace de renglón y está sujeta con remaches visibles en sus extremos, en la foto superior tienen unas tiras de papel para el ajuste, que luego fueron sustituidas por las de hierro.


Cómo iba a estar a una buena altura se me ocurrió que con este sistema las letras podían inclinarse un poco hacia la calle de modo que fueran más fáciles de ver, puede que parezcan frágiles pero son muy duras y la placa colocada bien alto como para dificultar mucho el posible vandalismo.

Y eso es todo, finalmente la instalé en su sitio anclada con pernos expansivos, y de lejos no se ve tan mal.


 Iba a poner mas acero inoxidable en las alas, en forma de plumas muy abstractas, pero me pareció que iban a quitarle protagonismo a las letras y así quedaba mejor.


Eso es todo, me sorprende como me las arreglo para hacer como que publico con algo tan simple y bruto. Gustó mucho y cumplió, aunque no fue lo que yo quería y tengo pendiente volver a intentar con el aluminio, que no se me puede resistir por siempre.