16 de junio de 2016

Scrimshaw: Lo que ves es lo que hay II

Si, mis fieles Lectores otra vez se trata de algo no medieval ni (enteramente) herreríl.

Hace algunos años ya se trató aquí el tema del scrimshaw, con buen éxito y acogida por cierto.

También desde hace años he escrito que considero que debería documentar mis procesos en vídeo, y hasta ahora me lo tomo en serio e intento hacer un documento audiovisual de un proyecto muy especial. Como tutorial es malo aunque realmente no hay mucho que explicar, es más bien un vídeo ilustrativo que tiene un montón de errores de producción: está hecho íntegramente con un “esmarfon”, la camarilla es decente pero sigue siendo un teléfono y presenta bastantes limitaciones, sobre todo hay que tener maña con la iluminación y mucho lo hice sosteniendo el aparato con una mano mientras trabajaba con la otra, además la calidad de la imagen bajó bastante al subirlo a You Tube.... Pronto me conseguiré una memoria adecuada para la cámara semi-pro que tengo y ya veremos. De cualquier modo la parte filmada es solo un mínimo del proceso completo pero traté de ir haciendo un resumen entendible.

Por otro lado el trabajo en sí mismo lo disfruté mucho, tenía años sin hacer scrimshaw y me divertí bastante, aparte de plasmar el retrato nunca tuve un plan concreto y todas las ideas para la base fueron surgiendo a medida que avanzaba (quizá con un poco de ayuda de la absenta que me prodigaba).

Bueno sin más les presento el vídeo:










Un saludo y nos leemos pronto.

9 comentarios:

Amo del castillo dijo...

Ciertamente, ese método de estampar retratos de infantes en osamentas pútridas como si se tratara de un tatuaje carcelario es de una eficacia asombrosa. Reciba mis congratulaciones por el brillante trabajo, Sr. Ismael, es vuecé un auténtico y verdadero artista. Por cierto, en un viejo manual de taxidermia de mi extinto abuelo recuerdo haber leído un fácil proceso para blanquear huesos sin necesidad de otra cosa que calentarlos en agua con no recuerdo qué potingues, así que si quiere le paso la receta para que deje las escápulas vacunas más impolutas que el virgo de una doncella y más blancas que un calamar bañado con lejía. Ah, por si le da por preguntarme si mi abuelo fue taxidermista, le diré que su único trabajo consistió en disecar una paloma que, al cabo de una semana, hedía como un campo de batalla, de lo que dedujo que eso de la taxidermia no se le daba nada bien y se olvidó para siempre de ella tras tirar la paloma a la basura.

Benedico vobis, oh insigne artista

Ismael dijo...

Gracias por tan amables palabras Sr. Amo. Aún es muyyy mejorable pero ahora tengo el proposito de hacerlo más a menudo porque solo así se progresa. Por supuesto que me gustaría recibir tal información que viniendo de dicha fuente debe ser de la buena, cosa que se hecha bastante de menos en estos días.

Grates innumeras.

Amo del castillo dijo...

A ver, tome nota...

El proceso inicial si se trata de huesos frescos, ya sean escápulas, fémures o cráneos es el siguiente: tras descarnarlos, lavarlos con agua caliente a la que se agregará un poco de amoníaco y dejar secar al sol. Una vez bien secos hay que desengrasarlos, para lo que se sumergirán varios días en tetracloluro de carbono o bien en una mezcla a partes iguales de esta substancia con gasolina. Según dice el manual, el tetracoluro ese es un poco caro, pero no me pregunte porque no tengo ni idea de ese tema. Por último, se sumerge la pieza en agua hirviendo a la que se habrá añadido un poco de amoníaco (no da proporciones, así que queda a su criterio). Se deja hervir un buen rato para eliminar cualquier resto de grasa que pueda quedar. Finalmente llega el proceso de blanqueo, para lo cual se sumergerá en agua oxigenada a 10 volúmenes durante varios días. Luego se lava bien la pieza con agua fría y se deja secar.

Este es el proceso seguido para blanquear los cráneos de las reses de caza mayor cuando se montan solo con la cuerna y no con piel y ciertamente lucen una blancura esplendorosa, así que ya sabe. En fin, espero le sirva de ayuda.

Pax vobiscum y tal

Ismael dijo...

Mucha gracias por transcribir la información, tan solo con la descripción ya me imagino que no solo ha de blanquear sino que sobre todo debe conformar un objeto bien estable ante el tiempo y los elementos.

Entonces lo único que me falta es el tetracloruro. Justo hoy tenía pensado salir al campo a buscar materiales pero fue un día borrascoso con es lluviecilla constante que no se toma en serio ni a si misma. Voy a buscar lo necesario y ya veremos que resultados arroja.

Curat ut ualeas.

Amo del castillo dijo...

Por mera curiosidad he bicheado en la red a ver qué leches es el tetracloruro ese, y por lo visto tiene más peligro que un macaco armado con una navaja barbera en pleno ataque de paranoia asesina. Colijo que cuando se escribió el manual en cuestión hace más de medio siglo no se miraba tanto la toxicidad de algunas porquerías químicas. Así pues y teniendo en cuenta que se trata de buscar una substancia desengrasante, caso de usar osamentas frescas, lo más sensato sería acudir a una tienda de productos químicos para pedir información sobre un sustituto del tetracloruro. Y de paso, ahí mismo puede pedir que le preparen el agua oxigenada con la proporción adecuada.

En fin, le sea leve y tal. Por cierto, una intoxicación con ese jodido veneno es al parecer tela de chunga. En todo caso, recordemos que FORTES FORTUNA ADIUVAT, ya sabe... Con todo, ya me dirá si el método es eficaz o, por el contrario, el manual del abuelo es simple y llanamente una birria.

Ave atque vale, frater

Ismael dijo...

Ya me puse a verlo y la verdad es que si, puede que incluso ya ni se venda en cantidades reducidas a cualquiera. No es de extrañar en tiempos que nadie hacía dramas por vivir nadando en asbesto y plomo y por encender un cigarrillo cada cinco minutos.

Buscaré algún sustituto, figúrese que no me he metido en a probar el grabado en aguafuerte por el engorro que me produce tener que manipular sustancias delicadas. de cualquier manera para comenzar tengo algunos huesos que recogí ya secos, hasta ahora algunos así que solo herví en agua quedaron bien estables desde hace años, probablemente solo con el amoniaco y blanqueando con el agua oxigenada queden bien, ya veremos cuando tenga alguno fresco.

Por cierto ya que tenemos abierto el canal; muy ilustrativo su blog como siempre, me acabo de leer varias entradas de tirón aprovechando esta brumosa tarde.

Grates innumeras.

Amo del castillo dijo...

Celebro que siga siendo del agrado de vuecé, ilustre hijo de Vulcano. Por cierto, no sabe la suerte que tiene por disfrutar de tardes brumosas. Aquí parece que el infierno ha subido a la tierra, juro a Dios. Odio profundamente el verano, es algo asqueroso.

En fin, ya me contará vuecé sus avances óseos.

Deus vos guarde

Antonio dijo...

D. Ismael, vayan mis más calurosas felicitaciones y enhorabuenas por su trabajo de artesanía. Es usted un artista excelente y como artesano, me anonada su destreza con tan diversos materiales.

Ya tenía ganas de hallar obras así y no las que me encuentro a diario en plazas, exposiciones y por ahí, que muestran más que arte, lo que en mi modesta opinión es basura de chatarrería.

Saludos cordiales.

Ismael dijo...

Muchas gracias por sus amables comentarios, Sr. Antonio.

A propósito, en estos días estoy trabajando en un proyecto similar que también estoy documentando, la idea es que quiero terminarlo para fin de mes, así que si este le gustó le ruego esté pendiente.

Un, saludo cargado de polvo de hueso y tinta.