Estoy en una de mis etapas maníacas con buena productividad, así que espero estar publicando mucho próximamente. Hoy repasaremos algo sencillo, una transformación o reciclaje de un viejo cuchillo en dos cuchillos nuevos.
Una persona apareció con un cuchillo y una pequeña asta de venado para pedirme que le hiciera un cuchillo nuevo con tales elementos, es algo bastante normal; gente que ya ha comprobado las propiedades de una herramienta quiere transmitirlas a una nueva usando ese material, no importa que uno les explique que se puede hacer una hoja nueva igual de buena o aún mejor, sobre todo cuando quieren transformar cosas que valdría mas la pena dejar en su estado original, simplemente prefieren ir a la segura con un acero conocido.
Se trataba de un cuchillo de carnicero de clásica silueta, es un tipo de cuchillo artesanal o más bien de pequeña industria muy común en México sobre todo en décadas pasadas (si pequeño millenial, hubo un época anterior a las importaciones baratas masivas cuando muchos artículos de necesidad se fabricaban nacionalmente), no tenía marcas pero este tipo de cuchillo aun lo fabrican en Sayula Jalisco o León Guanajuato en distintos talleres (el del Maestro Molina que visité en enero, por ejemplo), acero al carbono forjado con un patrón de estrías marcadas que le confieren rigidez a la hoja a pesar de su bajo grosor, cachas de madera dura, remaches de aluminio y ya está.
Se me pidió hacer un cuchillo de "a una cuarta", aproximadamente 23cm, pero en vista del material disponible sugerí hacer ese y otro mas chico, y de paso usar toda el asta menos las puntas. Así que acomodé la silueta del cuchillo principal para luego resolver el secundario con lo que quedara.
Fué algo realmente simple, recortar poco a poco y enfriando con agua constantemente para no perder el temple, desbastar los filos de la misma manera, pulir un poco y armar unos conjuntos mínimamente armoniosos. Aparte del asta usé maderas de huizache y mezquite, las guardas son de aluminio, no es un material tradicional ni uno que yo use habitualmente, aunque en este caso me parece divertido el contraste con los demás elementos, y en estas guardas me gusta su aspecto masivo pero siendo muy ligeras a la vez. Todo va pegado con resina epóxica, no tomé fotos pero realicé muescas en las espigas de las hojas para que la resina pudiera anclarse firmemente. El grande marcó 24 cm y el chico 19 cm.
He de mencionar que son cuchillos que irán a trabajar intensivamente en la matanza y procesamiento de ovinos y caprinos, que era precisamente el oficio del cuchillo primigenio donde se distinguía por su dureza y retención de filo a la hora de vérselas contra los tejidos adiposos, sin embargo era demasiado grande e incómodo para el usuario, así que en esas nuevas formas todos esperamos que la faena sea mucho mas amigable y de mejor calidad, y sobre todo, estéticamente superior a las herramientas del resto de mortales.
Y eso es todo por esta ocasión, tengo en puerta otro proyecto interesante de restauración de una vieja herramienta, así que nos estaremos leyendo pronto.
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