28 de agosto de 2021

Mokume-gane.

 Holaaa.

Sigo vivo, espero que ustedes también, ok, mal chiste para este panorama global jeje.

Me ausenté brutalmente del blog, ya ni recuerdo cuando fue la ultima vez que publiqué aquí, creo que el año pasado...bueno en realidad estoy lejos de todas las redes, y es porque casí no he hecho nada que mostrar, han sido unos dos últimos años raros para todos. Pero realmente estoy super bien, afortunadamente ya vacunado y retomando los asuntos metálicos, ojala que ustedes también.

Lo único que tengo para no dejar morir el blog por ahora es la secuencia de un trabajillo curioso, nada que ver con armas sino algo que va mas por la joyería porque iba a hacer un obsequio y que mejor que algo hecho por mi y que de paso me salga muy barato; decidí intentar una técnica que tengo años mirando por Internet pero nunca había intentado, hasta ahora: el "Mokume".

No voy a entrar en contar historia ni detalles, para eso hay mucha información en Internet si se intriduce el término que titula ésta entrada, pero es algo japonés, y como sabemos lo japonés solo por ser japonés es mejor y mas bonito, profundo y debe fascinarnos porque en occidente ya no hay sentido de nada, y si alguien lo cuestiona pues nos enojamos y nos ponemos nuestra diadema de orejas de gato para insultarle ¿ok?. Se trata de una técnica para producir objetos metálicos como joyas, partes de las guarniciones de las espadas etc. con un aspecto muy peculiar y bello, se usan varias láminas de metales no ferrosos como oro, plata o cobre y se sueldan, una vez unidas cada lamina de metal mantendrá su color contrastando con las demás, formando un veteado como en la madera, el mármol u otras piedras, el conocido acero de damasco.

Yo utilicé dos materiales baratos porque no soy un banco: cobre y alpaca, ésta última con nombre camélido andino es realmente una aleación de cobre y zinc para remedar a la plata, compré un trocito de chapa de alpaca y el cobre lo saqué de un simple tubo de fontanería. 






Como mencioné, la alpaca la compré en chapa así que solo tuve que recortar.



no recuerdo francamente cuantas láminitas recrté, pero simplemente hay que intercalarlas y mantenerlas bien presionadas entre sí, ah y muy importante bien limpias de cualquier cuerpo extraño o grasa y sudor de las manos, eso puede hacer la diferencia entre una buena o una infructuosa soldadura, así que lijita por ambos lados y cuidadosa manipulación. Para mantenerlas bien apretadas se pueden amarrar con alambre, pero mejor construirse una pequeña prensa como esta, dos cachos de fierro y dos tornillos grandes:


Se aprieta bien, se embadurnan los laterales de las láminas de cobre y alpaca con bórax mezclado con agua para formar una pasta suficientemente espesa como para adherirse y formar una cubierta. Ya solo queda meter nuestra prensa con el paquete al horno y esperar, con un soplete al aire también es posible sobre todo si es un volumen de material menor.


Y eso es todo, a diferencia del acero aqí no hay que dar ni un martillazo, la sola presión, el calor y el fundente hacen que las piezas se fusionen formando un bloque sólido, eso si, hay que tener cuidado de no pasarse, cuando el metal empieza a "sudar" es decir que el bórax se ha fundido a un estado viscoso, es suficiente.





Pero un patrón a rayas tan simple es algo aburrido, así que hay que jugar un poco con el metal para sacarle unas vetas interesantes, como si fuera plastilina:




Ahora si hay que golpear un poco en caliente para estirar e igualar la superficie del bloque luego de esos agujeros y canales, para que pasen cosas interesantes, pero con mucha moderación (aquí es donde entraría la laminadora de un taller serio), la alpaca es una aleación, no un metal puro, y no se lleva bien con la deformación insistente en caliente, en frío la aguanta mejor, de cualquier forma hay que calentar e introducir constantemente en agua para relajar las tensiones.


Al desbastar la superficie me encontré con unos ojos que me miraban... y eso me dio una idea para aprovechar el material de a cuerdo a los gustos de la persona receptora. 


Ya solo tuve que recortar, limar, pulir, agregar una cadena de plata, patinar un poquito con calor y ácido.....


Para ver el tamaño en comparación a la mano, es un dije para el cuello grandecito de unos 2 mm de espesor, ah, y en forma de gato, no un zorro como le parece a todo el mundo, las vetas del cobre incluso me recuerdan al pelaje de un felino. Quedó aceptable pero pasaron muchas cosas que no pude controlar o anticipar por ser mi primera vez, sobre todo al estirar el material, por eso la superficie no pudo ser completamente lisa y presenta imperfecciones, tuve que desbastar mucho y así me llevé la mayor parte de los puntos que hice taladrando...pero tiene su encanto, ya me saldrá mejor el próximo intento.



Adiós, espero estar por aquí mas seguido aunque sea para poner enlaces a nuevos vídeos de YouTube (ojalá). Sigan sobreviviendo a la peste el cambio climático y las crisis políticas, hagamos cosas bonitas mientras se pueda. Los quiero. 

3 comentarios:

Gabriel dijo...

Realmente se ve muy bonito

Ismael dijo...

¡Gracias!

Ya vendrán cosas mas elaboradas en la misma técnica.

¡Saludos!

Unknown dijo...

Que bueno que estás de regreso, sin duda alguna muchos esperábamos un post tuyo