4 de marzo de 2018

Sobre esta piedra edificaré mi iglesia.

No quepo en mi de alegría, mis queridos lectores, aunque ya tiene un par de días no se los había contado. Por fin tengo yunque, que no es poca cosa......¡Si, si, tengo yunque!.

Después de todo, finalmente una de esas moles de acero que los personajes de las caricaturas se tiran en la cabeza sin recato está en mi poder, probablemente en la forja es la herramienta más básica pero también la mas especializada, y por tanto la más complicada de sustituir de forma medianamente decente, hablamos de muchos kilos de acero con una forma muy especifica que precisamente ha evolucionado para ser amigable al herrero, entonces a diferencia de los martillos o las tenazas no se puede tomar de cualquier parte algo análogo.

Me llegó en el momento que menos lo esperaba luego de haber visto por años como otros me esquivaban, supongo que ya me tocaba. Todo comenzó una tarde fría y deprimente de Febrero, no recuerdo que hacía cuando recibí un mensaje de Whatsapp de mi amigo AJ, me pasaba un anuncio de un sitio de ventas en linea donde anunciaban un yunque, no se ustedes pero yo simplemente no caigo en usar internet en el teléfono, soy un abuelo de PC, por lo que no tuve prisa y revisé el anuncio hasta horas después con la desidia del desesperanzado, esperando encontrarme un precio inalcanzable y/o mil complicaciones logísticas. Pero para mi sorpresa, felicidad e incluso arrepentimiento por haber tentado al tiempo, este yunque estaba en San Luis Potosí, la ciudad cercana donde viví unos años y a un precio increíble. Raudo y veloz me movilicé para conseguir lo que me hacía falta así como el transporte, todos los engranes se movieron a la perfección y en cuestión de horas ya lo tenía en casa.

Y estoy encantado.


Está bastante usado, al punto de que la mesita de corte esta acabada y prácticamente haber perdido cualquier marca excepto algunas letras sueltas, el cuerno necesitará algo de desbaste para restituirle su punta, pero funciona bien, he decidido no emparejar la mesa ni los cantos pues el desbaste podría eliminarle la capa templada. Venía con una base de hierro soldada, es muy fuerte pero noto que vibra al usarlo de forma pesada, debe ser muy reciente, estoy pensando en reforzarla soldandole mas hierros y colarle una zapata de concreto, creo que eso haré antes que ponerle un tronco.


No he conseguido averiguar su marca o antigüedad, está golpeado por todos lados, no era raro que en los viejos talleres de herrería usaran soluciones poco ortodoxas para resolver trabajos que incluían golpear de lado, se notan algunos indicios de que tuvo letras pero están reducidas a casi nada. En todo caso sé que está hecho de hierro forjado y la mesa es una placa de acero de unos 3cm de espesor, una forma de construcción industrial de yunques muy común desde el siglo XIX, por esta característica y la forma algunas personas que saben del tema me comentaron que probablemente sea inglés.
Luego observando cual arqueólogo, encontré que el mejor indicio de que mi yunque viene de la Pérfida Albión son estas letras que he podido medio descifrar:



Puede interpretarse "ENGLAND", lo que si es muy claro es un bonito numero tres, que corresponde a el peso del yunque en un viejo sistema inglés tan complejo como todos sus sistemas, ese 3 debería complementarse con otros dos números en lugares separados que no encuentro para darnos el peso total, pero según he visto en internet, en este caso el tres al frente indicaría una clave que significa un peso en una unidad de ese viejo sistema de masas llamada "stone" equivalente a 90 libras, o en cristiano a 40.23kg.

Mencionaré un problema que tiene, parece que una sección de esquina de la placa en el extremo opuesto al cuerno se quebró en algún momento y la regresaron a su lugar con soldadura eléctrica:


Según he leído en foros anglosajones este es un problema común de este tipo de yunques cuando están muy usados y abusados; que los cantos o esquinas de la placa de acero se astillen o quiebren. Además la parte final central detrás del orificio cuadrado está muy gastada, prácticamente tiene un canal, supongo que usaron de forma cotidiana por mucho tiempo algún tas que quedaba apoyado justo sobre esa parte.
Yo intentaré no abusar de él en en esa àrea, ¡y para mi así sigue siendo fantástico!.


Estoy muy feliz por finalmente tener yunque, ver ese armatoste con su inconfundible silueta y presencia ya le da un aire serio al pseudo taller, querer moverlo y sentir lo que cuesta es genial, y la manera en que puedo avanzar al forja me parece un lujo, no puedo creer de lo que me perdía; y la versatilidad del cuerno.... no puedo esperar para hacerme mis tas.... Toda una revolución.



Y bueno eso es todo, finalmente no iba a dejarlos sin una probadita de como trabaja en toda su gloria (por cierto, la posición de todo es provisional, se pude ver que la seguridad es un chiste):





¡Nos leemos pronto!


2 comentarios:

Amo del castillo dijo...

Mis más fervorosas congratulaciones, Sr. Ismael. Hora era de que un talentoso artista de la fragua y el martillo tuviera algo donde aporrear como Dios manda, que bastante jugo le ha sacado al viejo bloque de motor que suele aparecer en algunas fotos. En fin, que lo disfrute muchos años y, si es posible, que lo pueda emparejar con otro aún más gordo.

Pax tecum

P.S. Por cierto, una vez miré por curiosidad los precios de esos chismes y, como bien dice, aún siendo usados cobran un potosí por ellos, juro a Cristo

Ismael dijo...

Muchísimas gracias, Sr. Amo. Habrá que sacarle provecho a esta rarísima oportunidad, y si, ya desde ahora fantaseo con uno mayor que nunca es suficiente.

Pancratice uale